Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
La corte de Faraón: una joyita!!!! ...je... con un brillante engarzado: Banderas!!!
ResponderEliminarSeba,
ResponderEliminarMmmm... sí, creo que esa época, cuando todavía Hollywood no lo había hecho super famoso, fue la de su apogeo físico. Bien vale la pena mirar la peli para verlo solamente a él en paños menores. Pienso que es una de sus peores actuaciones!!!, jajajajjaa... se lo ve un poco incómodo en ese papel, pero... eso no importa... está una ricura.
Bien. A pedido del público miope:
ResponderEliminarAcabo de modificar el texto de las entradas. Como verán (eso espero!), el color de las letras es más claro y el formato es más grandes y grueso. (A fin de cuentas, todo el mundo prefiere lo grande y grueso, es así)
Aquellos que sufran de astigmatismo, presbicia, cataratas, degeneración macular, aberración esférica, desprendimiento de retina y en el peor de los casos de amaurosis congénita de Leber (!); no tienen por qué agradecerme nada. Es cortesía de la casa.
No, no me pidan por favor que saque el fondo negro..., para apreciar las fotos creo que es lo mejor... además de darle al sitio esa cosa sombría y sórdida, y un clima de bajos instintos como de tugurio prohibido y excitante... que tanto me gusta.
Seguid disfrutando, queridos chicatos míos, que, como este administrador, no podéis distinguir a simple vista un miembro trigueño de una berenjena a menos que lo toquéis. Y no desesperéis, que según pasen los años, iremos agrandando y aclarando más las letritas (si es que el parkinson nos deja manejar el mouse...!, je)
Saludos...!!!!
No hay duda que en cuestión de vellos del lugar que sea los que se llevan las palmas (y los laureles) son los morochos!
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