Honrar al padre

No tengo grandes o valiosos recuerdos del día del padre en los lejanos días de mi infancia. Mi infancia, debo decirlo, fue feliz; pero a medida que me iba alejando de ella, también me alejaba de mi padre. Pero por entonces, era un ritual llevarle el desayuno a la cama en su día, así empezaba el domingo. Regalos y besos. Hasta que una vez, mi padre dejó bien en claro que el ritual le era insoportable y, para nuestra frustración, obsequios en mano, él prefería seguir durmiendo. Años después, no hubo placer más grato y emocionante para mí que esperar ese día no como hijo, sino como padre. El gusto amargo quedaba atrás, y el día del padre era reivindicado al fin.
A todos los padres de Vellohomo, algunos de ellos amigos entrañables, les envío un saludo especial en su día. Un día que siempre amanecerá soleado, a pesar de cualquier tormenta aparente.




















































































Comentarios

  1. Caramba, que padres e hijos tan modernos y abiertos. Feliz Fiesta del Padre!!!

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  2. Bella relación entre padres e hij@s.super ardientes.

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